Mil amaneceres
La obra se desarrolla en la Castilla del siglo XVII. El joven Benjamín, autor reconocido y altamente valorado, acude a rendir homenaje a quien ha sido su compañero, maestro y amigo: Antón Toledo, al que conoció en galeras siendo un adolescente durante los mil días de condena. Con él, siguió la aventura de la vida durante muchos años hasta que sus caminos se separaron.
Ante el féretro de Antón y de quienes lo velan en un convento-hospicio, se enfrenta al recuerdo explicando y comentando hechos, anécdotas, lances y sucesos lejanos en el tiempo pero muy presentes en su mente. En su revivir descubre que las reflexiones y la actitud de Antón ante la vida, ahora ya sólo en su recuerdo, son las mejores armas para afrontar el día a día. Por duras y difíciles que sean las circunstancias que nos rodean, no hay que darse por vencidos ni aún vencidos. “Hay que remar siempre hacia delante por duro y cruel que sea el banco de galeote en el que estemos sentados”.
`Mil amaneceres´ es una obra maestra del monólogo o, mejor dicho, del género bululú en el que un actor da vida a varios personajes.
José Luis Alonso de Santos culmina su extensa obra iniciada con ¡Viva le duque, nuestro dueño!, escrita en 1975. Cuarenta años en un gran autor, con trayectoria infatigable y reconocida, conducen a la experiencia, rigor y recursos sólo al alcance de algunos dramaturgos que los lleva a ser considerados clásicos en vida: este es el caso.
El argumento, la acción, el lenguaje y el tratamiento han formado una obra sobre la felicidad, pero no sólo eso: es un texto en el que todo está en el sitio adecuado y en el momento preciso, en el que el lector está deseando que se le cuente una historia y otra y otra… y en el que, al final, quiere aún más historias, más detalles y más… más… Como el sultán de Las mil y una noches, pero no porque falte algo sino porque está escrito con una agilidad y contenido pocas veces vistos y, sobre todo, porque `Mil amaneceres´ es más de lo que se ve o lee. Es una inyección que anima a la gente a superar las dificultades de la vida, con profundas e interesantes reflexiones sobre lo que es el teatro, las profesiones a él vinculadas y sus relaciones con la sociedad y el poder… Aunque está situada en el Siglo de Oro es traspasable al siglo XXI español.
Pero ¿para qué seguir?
“Lo mejor del teatro no se puede explicar”.
El espectador lo entenderá al final de la representación.
Compañía: Mentha Teatro